Los factores que intervienen en un avalúo se clasifican en cuatro grandes grupos: factores de valor, factores físicos, factores jurídicos, factores económicos y sociales. Dependiendo del tipo de avalúo y las condiciones propias del activo a evaluar, cada uno de estos factores tendrá un coeficiente de participación diferente sobre la estimación del valor total del avalúo.
Factores de valor. Son todos aquellos componentes principales, que mediante integración inciden en el precio de los activos. Estos se dividen en:
Elementos objetivos. En los que se encuentra la forma, localización, acabados, calidad de los materiales, servicios complementarios, transporte, producción y rentabilidad. Son fácilmente mensurables.
Elementos subjetivos. Como el buen gusto, aprovechamiento del espacio, alteraciones sociales, criterio del avaluador. Requieren de métodos cualitativos para su medición.
Factores físicos. Estos factores son de vital importancia a la hora de darnos ideas sobre la naturaleza física de un avalúo. Las características o especificaciones de un activo son las que nos permiten diferenciar un activo de otro. Por ejemplo: diseño, materiales, especificaciones técnicas, uso, etc.
Factores jurídicos. Se tienen en consideración las leyes vigentes sobre la elaboración de avalúos como la propiedad legal sobre los activos a avaluar con conocimiento pleno del propietario y del uso actual que tenga.
Factores económicos y sociales. Los factores económicos y sociales influyen profundamente en los valores de los activos fijos. Los distintos cambios económicos, ya sean provocados por medidas gubernamentales o el comportamiento propio de la economía, la inflación monetaria, la devaluación sufrida y el comportamiento del mercado, afectan de forma directa el precio de un bien.
El comportamiento del mercado hace referencia con la ley de oferta y demanda que rige el precio comercial del activo, al igual que ocurre con cualquier tipo de mercancía. Los valores de propiedad de los activos fijos aumentaran o disminuirán de acuerdo al comportamiento de la demanda y oferta.
En los factores económicos hay que tener en cuenta las condiciones económicas propias del activo como su rentabilidad, y el costo de uso y mantenimiento. La rentabilidad está entrelazada con el rendimiento y productividad aplicados a activos explotados económicamente, es decir aquellos activos que generan utilidad. Por ejemplo: algunos vehículos de servicio público, como taxis y buses, la maquinaria con que cuenta una empresa.
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